A falta de buenos resultados… las plegarias de Calderón en La Basílica

El Presidente Felipe Calderón, su esposa Margarita Zavala e hijos acudieron a la Basílica de Guadalupe a una misa que ofició el Cardenal Norberto Rivera Carrera al iniciar la Jornada Nacional de Oración por la Paz.

A su llegada al templo mariano, los peregrinos provenientes de todas partes del País se encontraron con la novedad de que en cada una de las entradas había arcos de seguridad.

Personal del Estado Mayor Presidencial revisaba las pertenencias de todos aquellos que buscaban ingresar al recinto y cerca de 12 arcos de seguridad fueron instalados.

El Presidente llegó a las 9:00 horas, acompañado por cerca de 25 guardias y su familia, y tomó lugar enfrente en la zona intermedia, que previamente se había limpiado y resguardado.

Junto con el Jefe del Ejecutivo y su comitiva arribó la peregrinación de Nacional del Cobre y el Centro General de México.

Durante el servicio religioso, Margarita Zavala dijo que su familia había preparado una petición para los mexicanos.

Te pedimos señor por nuestro querido México. Dale a tu pueblo mexicano la paz, la esperanza, la justicia y la dignidad“, dijo.

Toca con tu amor el corazón de los violentos y danos fortaleza, sabiduría y humildad a todos para poder cumplir con nuestro deber. Ayuda en especial a los más pobres, protege a tu pueblo y llévalo de la mano“.

En la homilía, el Cardenal Rivera dijo en varias ocasiones que México es un país convulsionado y herido por la violencia, y por ello la necesidad de orar por la paz y la reconciliación.

Durante las peticiones, Rivera Carrera pidió a los fieles orar por el establecimiento de la paz en el País.

Concédenos Señor, te rogamos el final de la violencia, el consuelo de quienes la han padecido y la conversión de cuantos hacen el mal“, pronunció.

“Ven y enséñanos a establecer en nuestra nación, tu reino de justicia y de paz, misericordia y perdón”.

A la misa asistieron el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Víctor René Rodríguez; el Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre; el Obispo de Chalco, Artemio Flores Calzada, y el Obispo auxiliar de la Segunda Vicaría de la Arquidiócesis de México, Carlos Briseño.

Al término de la ceremonia, el Presidente saludó a los peregrinos.

Fuente: Reforma