A trabajar por lo único que de verdad importa: México

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha emitido su fallo entorno a las impugnaciones interpuestas conforme al derecho de los partidos políticos que así lo quisieron hacer.

La magistrada y los magistrados expusieron sus argumentos que al menos en lo personal me parecen claros y puntuales.

Hoy tenemos la oportunidad de trabajar por México, cada quién en su opción; cada quién y cada uno con su valores, aportarle al país (nuestro país) lo que se merece.

Plenamente estoy convencido que todos y todas coincidimos en esa palabra: México.

Hay quienes claman al estallido social, la rebelión, la revolución, pero sabemos cuáles serían los resultados…

Somos un país inmensamente diverso y lo diverso es tan complejo que a veces infunde miedo.

Avancemos en lo que nos une y asumamos que los humanos tenemos diferencias, que las y los mexicanas tenemos diferencias y !qué bueno! Trabajemos en lo que nos une.

Tenemos un Legislativo plural emanado de sufragio universal, elegido por la voluntad popular así de diverso. Un Judicial que ha dado muestras de seriedad y de compromiso con esa diversidad.

Ahora tenemos la oportunidad de trabajar con un Ejecutivo que cuente con respaldo social, lo anterior no quiere decir de ninguna manera “cheque en blanco”.

Enrique Peña Nieto realizó una serie de compromisos. Si se equivoca o no cumple con lo comprometido, a Peña Nieto se le dirá, sin duda, “¡Trabajemos para que se cumplan los compromisos!”.

Me parece mezquino pensar que un país con cientos de miles de hombres y mujeres dependa sólo de quién encabeza el Ejecutivo.

No perdamos (otra vez) la oportunidad de trabajar en conjunto. Pareciera imposible, pero sí se puede trabajar con el adversario (aunque eso cuesta más trabajo que trabajar con quienes se ajustan a nuestros modos).

Ese es el reto: trabajar con quién no coincidimos, en función de lo que sí coincidimos.

Tenemos la opción de hacer “muina” y decir “no, no trabajo”. De gritar “¡fraude!” y decir “¡No a la imposición!” De llamar a la “revolución” pero esa es sin duda una opción que, estoy convencido, no comparten la mayoría de los mexicanos.

México se merece nuestro trabajo con mucha más visión que sólo trabajar con el que nos gusta. La pregunta es si lo queremos hacer.

Por mi parte, en donde me toca participar  yo sí lo haré. Mi país se lo merece.