Jessica Read es una joven de 18 años que vivió un capítulo bastante oscuro en su vida:
Cuando los síntomas comenzaron a aparecer pensó que se trataba de una insolación pues tenía dolores de cabeza y mareos, por lo que no mostró mucho interés.
Su preocupación comenzó un día que iba camino a su trabajo y los síntomas comenzaron a empeorar, por lo que su madre le dio un paracetamol y pasó el resto del día en cama.
A las pocas horas comenzó a empeorar, sudaba, tenía temblores, diarrea y vómito, incluso llegó a perder el conocimiento, en ese momento su familia decidió trasladarla a un hospital; ahí los doctores le dieron la mala noticia a su mamá de que Jessica solo tenía el 30% de probabilidades de vivir.
Tras varios estudios, los médicos llegaron a la conclusión de que se trataba de un shock tóxico, consecuencia de la acumulación de bacterias dentro de su cuerpo debido al uso de tampones, esto provocó que gran parte de la piel de la joven se cayera.
Después de una semana de tratamiento, Read fue dada de alta, y aunque tuvo que pasar dos meses de reposo en su casa, logró salir adelante.