Las recientes investigaciones realizadas en torno al patrimonio del ex alcalde perredista, quien fuera responsable de ordenar la matanza y desaparición de 43 normalistas en Iguala, arrojan evidencias de una fortuna sorprendente.
La fortuna del ex alcalde perredista, José Luis Abarca, se calcula en más de 2,000 millones de pesos, provenientes principalmente de las actividades delictivas como el narcotráfico, secuestro, extorsión y desvío de recursos públicos del erario municipal de Iguala, Guerrero.
A través de prestanombres y familiares realizaron operaciones de lavado de dinero mediante las cuales lograron adquirir más de 60 inmuebles en Guerrero, Morelos, Nuevo León y el Distrito Federal, entre departamentos, casas, locales y un centro comercial con valor de 300 millones de pesos en la localidad de Iguala.
Mediante sus relaciones familiares, políticas y delictivas, el ex alcalde perredista José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, consolidaron su dominio sobre la zona de producción de amapola en el Estado de Guerrero.
Las autoridades federales aún investigan la posible transferencia de recursos ilícitos de la familia Abarca hacia la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador y otros candidatos que en el año 2012 compitieron bajo el membrete del Partido de la Revolución Democrática.
