Las autoridades de Australia han pedido a los habitantes de este país, cortar las fresas que consumen, en trozos muy pequeños, ya que desde hace tiempo comenzaron a encontrar agujas en estas frutas.
Por esta razón, el mandatario Scott Morrison, pidió aumentar las sanciones por contaminación de comida de 10 a 15 años de prisión y ampliará la definición de sabotaje, el cual hasta ahora se refiere a las infraestructuras nacionales, para después incluir a los alimentos de consumo humano que dañen la ‘seguridad nacional’.
Además, creará un nuevo delito por imprudencia, en el cual no se necesitará demostrar un motivo, y podrá ser sancionado hasta con 10 años de cárcel.
Por otra parte, las autoridades del país trabajan para dar con los responsables del sabotaje y ofrecen 100,000 australianos para quien de información que les ayude a capturarlos.