La tierra lleva 11 meses consecutivos registrando récord de calor, las consecuencias del cambio climático ya son innegables.
Las alarmas ya están encendidas, Groenlandia se ha empezado a derretir un mes antes de lo habitual, y hasta el eje de rotación del planeta ha quedado alterado.
Banco Mundial se ha unido a las voces de alerta y anuncia que la escasez de agua, generada por el cambio climático, podría llevar la reducción de hasta el 6 % del producto interno bruto en algunas regiones, provocar migraciones y generar conflictos.
El informe “El cambio climático, el agua y la economía”, dice “Los efectos combinados del crecimiento de las poblaciones, el aumento de los ingresos y la expansión de las ciudades, la demanda de agua registrará un crecimiento exponencial”, convirtiendo su suministro en algo “errático e incierto”.
Las zonas más áridas, como Oriente Medio y el Sahel en África, verán intensificada la escasez de agua. Mientras tanto, donde hoy en día es abundante, como África central y Asia oriental, este recurso empezará a faltar.
La caída del PIB no es el único ni el más grave problema de la falta de agua.
La inseguridad entorno a este preciado y crucial recurso podría multiplicar el riesgo de conflictos.
“La escasez de agua constituye una amenaza importante al crecimiento económico y la estabilidad en el mundo, y el cambio climático está agravando el problema”, declaró el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim.