Alergias a los alimentos: más riesgos para los niños

La revista Pediatrics ha publicado un estudio que demuestra que el 8% de los jóvenes menores de 18 años, en Estados Unidos, son alérgicos a, por lo menos, un alimento. Esto resulta alarmante, pues el porcentaje ha crecido 4% en los últimos años. El 30% de estos jóvenes es alérgico a más de un alimento, mientras que el 39% ha tenido ya antecedentes graves. Entre los alimentos más detectados por el estudio se encuentran la leche, los cacahuates y los mariscos.

Ruchi Gupta, principal autor del estudio y además profesor de la Northwestern University Feinberg School of Medicine, comentó que muchas veces se subestiman las reacciones alérgicas, pensando que sólo se trata de un salpullido o un dolor de barriga. Más allá de esto, una alergia puede matar a alguien, puede llevarlo al hospital, por lo que hay que tener mucho cuidado con esto.

Si tú padeces una alergia, lleva siempre un inyector de epinefrina, por si algo pasa.

Lamentablemente no existen curas para las alergias, lo único que puede hacerse en estos casos es prevenir aquellos alimentos y/o sustancias alergénicas en la medida de lo posible. ¿Existe, por lo menos, una prueba para saber quién sufrirá una reacción agresiva y quién una más moderada? No. La historia de B. J. un joven de 18 años que comió cacahuates en un budín preparado en Los Cabos, y por ello murió, es una de las más conocidas en Estados Unidos.

B. J. sabía que el pescado y el cacahuate le daban alergia. Sin embargo, no había presentado nunca antes una alergia por el estilo. Nunca tan fuerte como para ponerse azul, como cuando falleció en el año 2008. A partir de entonces su padre da pláticas sobre los riesgos de las alergias y, además, hizo que sus otros 2 hijos se realizaran estudios contra las alergias. Ellos también resultaron alérgicos a los cacahuates.

Gupta, además, argumenta que la tendencia a que las reacciones alérgicas se vuelvan más fuertes conforme crece el niño, no se debe tanto a las características fisiológicas de su edad sino a la inevitable independencia que el sujeto adquiere cuando se hace mayor. Clifford Bassett, director de Allergy & Asthma Care, dijo que los adolescentes no quieren cargar un inyector de epinefrina por vergüenza. Esto se vuelve comprensible cuando uno de ellos se siente atraído por una chica o chico y no puede besarlo porque el objeto de su afección ha comido cacahuates, por poner un ejemplo.

Según el estudio publicado en Pediatrics, las reacciones alérgicas son más agresivas en los niños que en las niñas. Además, los niños menores de 2 años son los más vulnerables en estas situaciones. Hom, el padre de B. J., confía que un día se encuentre la cura de este mal. Si tú tienes un hijo con problemas de alergia procura vigilar todo lo que coma, además de hacerle las pruebas médicas correspondientes.

Fuente: CNNMéxico

Foto: Agenteprotector