Algunos secretos de Disneylandia

Disneylandia tal vez no sea tan inocente como parece en las fotografías. De hecho, este mágico lugar tiene algunos secretos. Algunos tan oscuros que, de no leer en La Primera Plana, ni siquiera podrían ocurrírsete. Es por eso que aquí te contamos algunos de los turbios datos que tienen que ver con este “mágico” lugar.

Nunca creíste que en Disneylandia hubiera muertos reales, ¿verdad?

David Kroelling, un ex trabajador de Disney, cuenta en sus memorias que sí hay muertos en La Mansión Embrujada de Disneylandia. Y es que una vez una familia pidió permiso para quedarse un poco más de tiempo en esta atracción. La empresa les concedió permiso sin conocer sus macabras intenciones: esparcir las cenizas de un muerto en las instalaciones. La familia fue descubierta y en el acto La Mansión Embrujada fue cerrada.

Además de lo anterior, es necesario decir que, al caer la noche, el reino de los gatos se hace manifiesto en Disneylandia. Los directores del lugar sueltan a muchos gatos silvestres durante las noches para controlar, así, la población de ratones. Claro que la empresa se hace responsable del control de la población felina, y para ello castra a los adultos y a muchas de las crías las ponen en adopción.

En el famoso juego Splash Mountain, ése donde hay agua en una especie de montaña rusa, se tuvo que aplicar una medida para prevenir el exhibicionismo. Y es que justo antes de que el carro del juego caiga, una cámara toma una fotografía de la expresión de la gente justo antes del momento más excitante del juego. Sin embargo, en los 90, algunas personas comenzaron a enseñar el torso desnudo. Para evitarlo, Disney contrató personal para evitar que estas fotografías sean distribuidas.

En Disneylandia, inicialmente, los trabajadores no podían usar barba o bigote, ya que se quería romper con el estereotipo del horrible trabajador de feria. Fue hasta el año 2000 cuando a los empleados se les dejó usar la barba y el bigote, pero después se les quitó el derecho ya que “parecían desaliñados”. Actualmente sólo se pueden usar el bigote si ya se tiene completo en el momento de la contratación.

Además hay un bar secreto. Sí, ¡secreto! Y es muy exclusivo. Éste se encuentra en Disneylandia de Nueva Orleans. Está escondido detrás de una puerta verde y se llama el Club 33. Walt Disney tuvo la idea ya que se necesitaba un escondite para celebridades y dignatarios. Han asistido personas famosas como Elton John y Johnny Depp. Uno puede pasar hasta 10 años en lista de espera para unirse al club. La inscripción cuesta 10, 000 dólares.

Fuente: CNNMéxico

Foto: VisitingDC