El 6 de abril de 2009, Alonso Lujambio fue nombrado Secratario de Educación Pública, en sustitución de Josefina Vázquez Mota. Para todos era bien sabido que la relación de Vázquez Mota con la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, era poco menos que buena.
¿Cómo ha sido la relación Lujambio-Gordillo? Este es un recuento de cómo la han llevado de 2009 a la fecha.
Dos semanas después de ser nombrado Secretario de Educación, Alonso Lujambio sostuvo una reunión con Elba Esther Gordillo, que duró poco más de 30 minutos. Gordillo se mostró, desde el principio, amable y dispuesta a cooperar con Lujambio. “Somos sus amigos” le dijo en esa primera reunión, y dijo que era un “motivo de esperanza” que él dirigiera la Secretaría. Ambos acordaron mantener la Alianza por la Calidad de la Educación.
Como dato curioso, Elba Esther se refirió a Lujambio desde el primer momento como Secretario de Educación Pública, contrario a Vázquez Mota, a quien llamaba “encargada de la Secretaría”.
Para julio, ambos ya estaban en la misma sintonía. Cuando 65% de los que hicieron exámen para una plaza magisterial lo reprobaron, Godillo acudió rápidamente a decir: “No es culpa de los maestros”. Lujambio también se justificó diciendo: “La mayoría de ellos no eran maestros; concursaban por primera vez para una plaza”.
En enero de 2010, se vislumbró tensión en su relación, cuando Gordillo no acudió a la entrega del pliego petitorio del SNTE. Quien lo entregó a Lujambio fue el Secretario General del SNTE, quien, además, reprochó a la SEP el incumplimiento de sus peticiones.
En septiembre vino el primer encontronazo entre Lujambio y Gordillo, cuando ella declaró que él estaba más interesado en lo electoral que en la secretaría que encabeza. “Me sorprenden sus declaraciones después del esfuerzo que hemos realizado y el diálogo que llevamos a cabo la SEP y el SNTE“.
Las declaraciones de Elba Esther ocasionaron que se le cuestionara sobre el tema de sus aspiraciones presidenciales a Lujambio, en su comparecencia ante el Senado.
Además, defendió el papel de los maestros y de Elba Esther Gordillo en la educación de los niños mexicanos: “Ya basta de pensar que toda la responsabilidad educativa es de los profesores”, dijo, para después referirse a Elba Esther como “una mujer de palabra“.
Este año, las declaraciones de ambos han dejado al descubierto la relación cuasi esquizofrénica que tienen. Primero, Lujambio dijo que la interlocución con el SNTE era “estéril”, y que no había sido productiva, pero destacó su labor en el rubro educativo. Luego, en una provocación directa a “la Maestra”, Lujambio dijo que no necesitaba de una alianza con ella para ganar la presidencia.
Pero, ante las revelaciones de Elba Esther sobre sus tratos con el presidente Felipe Calderón, Lujambio se defendió – y a ella también – diciendo que la lideresa del SNTE no le había exigido ninguna cuota y que su yerno seguirá ocupando su puesto en la Secretaría de Educación.
Definitivamente, una relación complicada. A veces parece que el Secretario de Educación está a los pies de Elba Esther, y después hace evidente su desdén hacia la maestra y su sindicato. Es como si quisiera tener su apoyo para las elecciones presidenciales de 2012, y después se resignara a no tenerlo.
Foto: Siempre
