La alorgasmia, es una fantasía sexual que se manifiesta en quienes, al mantener relaciones con su pareja, piensan en otras personas.
Puede ser alguien desconocido, un artista famoso, pero también podría ser el vecino e incluso alguna pareja del pasado.
En la alorgasmia la protagonista sin duda es la imaginación. Es una fantasía que trae a la mente, durante el acto sexual a otra persona.
¿Bueno, malo, todo lo contrario?
En contra del pensamiento más extendido, que sostiene que fantasear con terceras personas puede resultar perjudicial para una relación sentimental e incluso considerarse infidelidad, algunos estudios científicos han confirmado recientemente que es una de las filias cada vez más aceptadas por las parejas, llegando a producir un mayor acercamiento y complicidad entre ambos.
“Este tipo de fantasías es un tema de procesos mentales que, en el momento del sexo, ayudan a ponerse a tono, y son grandes reveladoras de nuestros deseos más íntimos”, explica el sexólogo y siquiatra Pedro Zamora Petraca.
Y agrega, pueden servir como una alternativa para romper con la rutina y monotonía que se genera en muchas parejas.
¿Hay un límite?
Si la alorgasmia se repite muy a menudo, lo que empezó como un juego inofensivo puede convertirse en un grave problema que haga que los miembros de la pareja se distancien y se vuelvan desconfiados.
En resumen, la alorgasmia debe usarse como una fantasía eventualmente, y no un recurso repetido en cada encuentro sexual.