Amor fraternal, de pareja y a México

Hoy me he atrevido a escribir en este espacio sobre el amor, mientras se discute la Reforma Energética en el Senado, antes de que dejen de leer esta columna por creerla cursi y fuera del Pacto por México los invito a redescubrirlo entre ustedes mismos, a reiniciar su búsqueda o simplemente no perder la fe en encontrarlo.

Esta carta es un tributo al amor, a ese amor que creemos imposible, al extraviado o tal vez al prohibido, pero que de alguna forma rige nuestras vidas, nos alimenta el alma y perseguimos con el único propósito de
lograr la felicidad, a pesar de que haya gente que, desgraciadamente, esta ciega a ella.

Todos podemos contar historias de amor, algunas intensas, otras apasionadas, algunas sobre carencias y otras sobre abundancia, sobre alegrías y tristezas, sobre ilusiones y desencantos, sobre el amor mismo y
el miedo al desamor.

Estas historias hablan de quienes luchan incansablemente por encontrar a su alma gemela, quienes no tienen miedo al amor y lo que este conlleva.

Estas historias hablan de mí, de ti, habla de todos los mexicanos, porque también trato de definir el amor a la patria como sentimiento central de todos, políticos y ciudadanos de a pie:

¿El amor a México no debería ser puro, fresco, limpio, mágico, desbordado, apasionado, e infinito también?

No me atrevería a cambiar la historia, sí, ha sido triste, pero también hermosa, cierro los ojos y siento a México a mi lado, en cada uno de mis sueños y en cada pesadilla, su rostro sigue ahí tan solo contemplándome, guardando silencio cual soldado en regimiento, esperando a los políticos que se pusieran de acuerdo.

México empieza a gritar y reclamar lo que le pertenece, pues esta vida es de quién lucha, no de quien se adormece, no se dejará aniquilar por el desprecio a la pobreza, ni por los poderes fácticos que aún siguen en la mesa, pues la estrategia va más allá del poder y demagogia, inculcará a sus hijos educación, valores y aún más destreza, para sortear a los traidores y las crisis venideras.

Lic. Rafael Zaga @razagave