Jorge despierta a las 6 am, igual que su esposa Carmen, mientras ella se baña y arregla para salir a trabajar, él le prepara el almuerzo al mismo tiempo que carga a su hija de 8 meses y le da su primer biberón del día.
Jorge forma parte de los llamados “amos de la casa”, dejó su trabajo para atender a su hija, mientras su esposa trabaja. Este grupo de hombres creció, en el último año, 21.5 por ciento en México.
Una empresa encuestadora, De la Riva Group, concluye que uno de cada 10 hombres estaría dispuesto a dejar de trabajar si a sus parejas les fuera mejor económicamente.
Precisa que los “amos de casa” son hombres que han decidido dedicarse a sus hijos y a la administración y funcionamiento del hogar mientras que su pareja trabaja y consigue los recursos económicos.
Sin embargo, aclara que ello no significa dedicarse solo a las labores domésticas, pues muchos hombres desempeñan trabajos que no implican grandes desplazamientos o que pueden hacerlos desde su casa, como escribir o trabajar por Internet.
Esta forma de organización familiar no ha sido fácil. El proceso para los “amos de la casa” ha sido doloroso, porque para la sociedad mexicana aún es un tema tabú.
En primer lugar, señala, porque las labores domésticas han sido en ocasiones desvalorizadas y, en segundo lugar, porque muchas veces son considerados “mantenidos” o “mandilones”. La firma refiere que hombres en esta situación responden: “No soy mandilón, soy hogareño”.
El cambio de roles entre hombres y mujeres sería más fácil si se origina por una decisión de pareja y no por cuestiones como las crisis económicas o el desempleo.
¿Qué opinas, te ha tocado ser “amo de la casa”, lo harías con gusto?
