Ante la hambruna, en Kenia venden a sus hijas para obtener comida

Se lleva a cabo en la oscuridad.

Algunas personas venden a sus hijas para obtener un poco de comida. Es común, pero todos guardan silencio al respecto.

El matrimonio de niños no es raro en esta parte del mundo.

La larga sequía en el norte de Kenia ha orillado a muchas familias, como a la viuda Ahmed y sus 7 hijos, a las afueras de las ciudades, donde es más probable que obtengan comida y agua.

La ayuda es poca, y la gente está recurriendo a medidas desesperadas. Es ilegal casarse antes de los 18 años en Kenia, así que el fenómeno de las “novias de sequía” es solo un rumor.

Muchas comunidades de pastores creen que es importante que sus hijas se casen jóvenes, para que su honor, o virginidad, esté intacto. Las mujeres que no se casan jóvenes son vistas como “dañadas” y una carga para su familia.

Ahora, niñas pequeñas están siendo vendidas por cantidades tan pequeñas como 15 mil peniques kenianos (algo así como 168 dólares). Si él es rico, el precio puede llegar hasta los 50 mil peniques (559 dólares).

El hambre es lo que lleva al intercambio.

Una madre saca a su hija de la escuela para venderla a un hombre – incluso a un anciano – y así obtener dinero para darle de comer a sus otros hijos. Algunos hogares tienen 10 hijos, y alimentarlos es muy difícil.

De acuerdo a Naciones Unidas, solo una de cada 5 niñas en la Provincia de Noreste va a la escuela.

La agencia de ayuda humanitaria World Vision no ha podido encontrar a 400 de los 3 mil 600 niños que apadrina. A algunos los enviaron con parientes más ricos que los pueden alimentar. Otros trabajan haciendo labores domésticas en alguna casa o en kioskos de comida.

Pero otros se han casado, solo para asegurarse que el resto de la familia no se muera por falta de comida.

Fuente: New York Times

Foto: ACNUR