Con 333 votos a favor, 50 en contra y 84 abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general el rediseño administrativo del gobierno federal propuesto por Enrique Peña Nieto y avaló así la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública, para trasladar sus funciones a la Secretaría de Gobernación, así como la extinción de la Secretaría de la Función Pública.
Los diputados federales rectificaron, sin embargo, la iniciativa del presidente electo para mantener al Instituto Nacional de las Mujeres y a la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas como entes autónomos y no como organismos dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social.
En total, legisladores del PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano hicieron 45 reservas a diez artículos ordinarios y ocho transitorios del dictamen presentado por las comisiones unidas de Gobernación y de Seguridad Pública.
La fracción del PAN reafirmó su rechazo a la extinción de la Secretaría de la Función Pública, mientras no quede formalmente constituida la Comisión Nacional Anticorrupción.
A nombre del grupo parlamentario del PRI, el jalisciense Abel Salgado defendió la propuesta de Peña Nieto como un mecanismo para mejorar la coordinación gubernamental y mejorar las funciones de seguridad pública.
Los perredistas Fernando Belaunzarán y Lizbeth Rosas alertaron a su vez sobre la “restauración del viejo régimen autoritario” con las reformas aprobadas, aunque la mayoría de la bancada perredista se abstuvo finalmente en la votación.
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