En unas horas se jugará el segundo partido semifinalista de la Copa Brasil 2014: Argentina vs Holanda. Para muchos aficionados el duelo se concentrará entre Lionel Messi y Arjen Robben.
Lo que estos dos jugadores puedan hacer en Sao Paulo marcará el camino de holandeses y argentinos. Cualquiera que pensara que a sus 30 años la locomotora de Bedum podía hacer sombra a Messi en su madurez física y futbolística, en el Mundial de sus Mundiales, estaba ante un riesgo que ahora mismo le da la razón. Robben posee la chispa que de tanto en cuanto le hace codearse con los más grandes. No hay defensa que pueda con él.
Por su parte, Messi se encuentra en su mejor momento, igualmente en su madurez física y futbolística, con el añadido de que sobre su espalda pesa la responsabilidad de ganar el título que sobre la de Robben no.
Frenar al uno y al otro es lo que tiene preocupados a los respectivos técnicos. A Van Gaal la milagrosa recuperación de De Jong le alegra la cara, aunque no es seguro que sea titular. Sabella, por su parte, cruza los dedos para que Robben no encuentre libertad para encarar y se encomienda al mayor trabajo defensivo que pueda realizar por la derecha Enzo Pérez, sustituto del lesionado Di María. La sangre naranja de Robben contra el corazón albiceleste de Messi. Holanda y Argentina frente a frente.
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