La artista Claire Hobbs, de Nueva Zelanda, encontró el cuerpo de un gato cerca de la carretera. Después de meterlo al congelador por 3 meses y que nadie preguntara por él, pensó en convertirlo en una bolsa y darle otro uso.
Ahora, ha decidido venderlas a través de TradeMe. Hobbs se dedica a la taxidermia desde hace 15 años y ha creado varias bolsas con cuerpos de gatos e incluso las ha puesto en exhibición.
“Este gato en particular tenía una linda cara y lo demás estaba aplastado”, dijo la artista cuando le preguntaron sobre su trabajo.
Sin embargo, esto también ha provocado la molestia de muchas personas, quienes aseguran que su producto es irrespetuoso. Ella asegura que jamás ha maltratado o matado para crear sus piezas, las cuales pueden costar poco más de mil dólares cada una.