Asamblea General de las Naciones Unidas: 10 Propuestas de EPN respecto a las drogas

Para reducir la oferta de drogas, se ha hecho frente al crimen organizado, con una mejor coordinación entre autoridades, el uso de sistemas de inteligencia y la desarticulación de sus estructuras operativas y financieras, dijo el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS).

Este martes el Primer Mandatario presentó la postura de México con respecto al problema de las drogas. El Gobierno de la República ha logrado la detención de los principales líderes criminales y se ha acotado la violencia a regiones específicas del país, con una consecuente reducción en las tasas de incidencia delictiva.

A través del uso de tecnología e información, se está localizando, identificando y destruyendo sembradíos y laboratorios de droga. Para reducir la demanda nacional, se han reforzado las acciones de prevención entre niños y jóvenes, así como el tratamiento de adicciones. Este esquema, se ha complementado con la prevención social de la violencia y la delincuencia, en comunidades vulnerables.

Peña Nieto mencionó de manera puntal diez propuestas:

1. El problema mundial de las drogas exige que la comunidad internacional refrende el principio de responsabilidad común y compartida, mediante una cooperación internacional más intensa y efectiva. En un mundo globalizado, las drogas son también un asunto globalizado, que incumbe a todas las naciones.Ningún país puede, por sí solo, hacer frente a este flagelo.

2. Es necesario reforzar el frente común ante la delincuencia organizada transnacional, para cerrar espacios a sus operaciones financieras y delitos conexos. Hay que intensificar la cooperación entre nuestros gobiernos y ampliar el intercambio de información y acciones conjuntas para desmantelar las organizaciones delincuenciales.

3. Se requiere de una mayor coordinación y colaboración entre las propias agencias especializadas del Sistema de las Naciones Unidas, con el fin de abordar todos los aspectos del problema mundial de las drogas.

4. Las políticas públicas y acciones derivadas de la política internacional sobre las drogas deben de estar alineadas con los esfuerzos en favor del desarrollo sostenible de la Agenda 2030.

Los objetivos de desarrollo sostenible y los encaminados a resolver el problema mundial de las drogas, deben ser complementarios y reforzarse entre sí.

5. Se deben atender los daños sociales relacionados con el mercado ilícito de drogas. Para aquellas comunidades vulneradas por el crimen organizado, se necesita una prevención integral de la violencia, de la exclusión y del debilitamiento del tejido social.

Hay que apoyar a las comunidades afectadas con alternativas educativas, laborales y recreativas, que fortalezcan la inclusión y la cohesión social.

6. Ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de los derechos humanos. Sólo así podremos ofrecer respuestas más integrales, equilibradas y promotoras del desarrollo.

Este cambio de fondo implica modificar el enfoque eminentemente sancionador, para ubicar a las personas, sus derechos, y su dignidad, no a las sustancias, ni a los procesos judiciales, en el centro de nuestros esfuerzos.

7. El consumo de drogas debe atenderse esencialmente como un problema de salud pública, toda vez que constituye una amenaza para el desarrollo pleno de las personas, especialmente de nuestros niños y jóvenes.

La adicción a las drogas debe atenderse con mecanismos de prevención y soluciones terapéuticas integrales, no con instrumentos penales, que criminalizan a los consumidores y dañan el desarrollo de su personalidad.

8. En los delitos relacionados con las drogas se deben privilegiar penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento, que incorporen también una perspectiva de género. Las sanciones desproporcionadas, que castigan a mujeres y niños en condiciones de vulnerabilidad, lejos de resolver un problema, generan círculos viciosos de marginación y criminalidad.

9. Se deben sumar esfuerzos internacionales para prevenir el consumo de drogas, mediante una campaña orientada a niños y jóvenes a nivel global. Debemos proteger a los miembros más vulnerables de nuestras sociedades, garantizando que conozcan los efectos nocivos, asociados al consumo de estupefacientes y psicotrópicos.

10. Se debe asegurar la disponibilidad y un mejor acceso de las sustancias controladas para fines médicos y científicos, evitando, al mismo tiempo, su desviación, uso indebido y tráfico.

“Esta propuesta se deriva del amplio Debate Nacional sobre el Uso de la Marihuana al que convocó el Gobierno de México, con expertos, académicos y representantes de la sociedad civil”, dijo Peña Nieto.

En próximos días, el Gobierno de México expondrá las acciones específicas que se tomarán en esta dirección, en apego a los principios de salud pública y derechos humanos, que hemos propuesto en esta Sesión Especial.