Un niño de 10 años de edad recibió un disparo en la cabeza mientras veía una película, esto ocurrió en un Cinépolis de Iztapalapa en el Distrito Federal.
El 2 de noviembre Enrique Cuacuas y sus dos hijos fueron al cine a ver “Ralph El Demoledor”, la película llevaba 30 minutos de proyección cuando Cuacuas escuchó un estruendo cerca de él, al voltear vio a Hendrik, su hijo, convulsionarse.
“Al principio pensé que le habían lanzado una piedra (…) ¡Qué poca, ya lastimaron a mi hijo!”, el padre salió a pedir ayuda al gerente, el personal de Cinépolis no supo qué hacer y subió al pequeño a una camilla, lo acomodaron en la cajuela de un auto al que le bajaron los asientos y lo llevaron al hospital de la Comunidad Económica Europea.
Lo impresionante es que el personal en la sala solo prendieron las luces de la sala para sacar al menor y todo continuó con normalidad sin buscar al agresor, cerrar la sala o dar aviso a la Procuraduría.
El padre pidió que trasladaran al pequeño a Dalinde, siéndole practicada una cirugía de cráneo; Desafortunadamente el menor no resistió y dos días después murió.
“Mi hijo estaba herido en Cinépolis y nunca llegó una ambulancia para llevarlo al hospital. Dos trabajadores del cine se lo llevaron sin avisarme a dónde iban. Los tuve que ir a buscar y cuando llegué al hospital ellos ya se habían ido sin más”, comentó Enrique Cuacuas al País.
Se abrió el expediente CUH-7/T3/3642/12-11 por el delito de homicidio por disparo de arma de fuego, luego de que el Hospital Dalinde, a donde lo trasladó después su papá, notificó el deceso.
Fuente: La Razón