El 2017 será el año del Gallo Rojo del Fuego, un año que traerá confusión y cambios drásticos según aseguran los expertos. Millones de chinos en todo el mundo celebran la llegada de este nuevo año a su calendario con fuegos artificiales y grandes desfiles.
En Pekín, el cielo se iluminó con un sinfin de fuegos artificiales, con los que los locales buscaron ahuyentar a los malos espíritus, como marca la tradición milenaria. Lamentablemente, esta festividad ocasionó que la ciudad amaneciera con mucho smog en las calles, pero esta vez por la pólvora y no por los coches.
Después de banquetes familiares la noche anterior, hoy todos amanecieron lo más temprano posible en las distintas localidades de China para ser los primeros en llevar ofrendas a los templos.
En Pekín, el Templo Lama fue el más visitado; hasta 80 mil personas esperaban su turno desde las seis de la mañana para pedir salud y riqueza a los dioses budistas del santuario.