Un atleta de lanzamiento de bala de la universidad de New Hampshire llamado Cameron Lyle, donará su médula ósea a un perfecto desconocido aunque el costo sea volver a no entrenar.
El chico se registró en lista de posibles donantes, se enteró que su médula era compatible con la de un paciente al que le diagnosticaron leucemia y decidió hacerlo: “Me dijeron que había una posibilidad de éxito entre cinco millones y no dudé en intentarlo” comentó.
El hombre de 28 años al que se le realizará el trasplante le daban 6 meses de vida, Cameron no podrá levantar jamás ningún peso, pero es un precio que está dispuesto a pagar para salvarle la vida a un ser humano.