Si tu pensaba que lo únicos artefactos que podrían explotar en un avión eran los smartphone, estás equivocado. A una australiana, que se quedó dormida, durante el vuelo de Pekín-Melbourne le estallaron sus audífonos.
El incidente le provocó algunas quemaduras de primer grado en el rostro. Tras el explosión tiró los audífonos al suelo y los piso, mientras que la tripulación lanzó agua para acabar con el fuego.
“Saltaban chispas y había pequeñas llamas”, declaro la afectada.
Por su parte, la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte aprovechó el incidente para recordar a la población que las baterías son muy proclives a prender fuego, por lo que es importante que las lleven siempre encima y no en su equipaje.