Un día antes de presentar su renuncia formal Pontificado y dedicarse a una vida de contemplación, el Papa Benedicto XVI saludará a los fieles desde la Basílica de San Pedro. Así lo confirmó este martes el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, en una conferencia de prensa.
Benedicto XVI respetará todos los compromisos fijados hasta el 28 de febrero, fecha que determinó como fin de su mandato.
La misa del miércoles de Cenizas, el 13 de febrero, será celebrada en San Pedro, y no en la tradicional basílica en el barrio Aventino. Será la última gran concelebración que el Papa oficiará con un amplio número de cardenales.
Asimismo, el cardenal decano Ángelo Sodano aseguró que a la ceremonia de despedida de Benedicto XVI asistirán las máximas autoridades de “muchos países”, además de personas de todas partes del mundo.
La noticia de la renuncia del Papa tomó por sorpresa a toda la comunidad, incluidos mandatarios como el estadounidense Barack Obama, el francés François Hollande y el italiano Mario Monti.
Benedicto XVI comunicó este lunes a los cardenales, durante una reunión en el Vaticano, que había decidido renunciar al Pontificado por la “falta de fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.
Tras su abdicación, Benedicto XVI se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo y, una vez que se haya elegido un nuevo Papa, se retirará a un monasterio de clausura dentro del Vaticano.