Los contratos de utilidad compartida contemplados en la iniciativa de Reforma Energética del Ejecutivo Federal, implican fuertes flujos de recursos e inversiones y permitirán la creación de más empleos.
Dichos contratos, diseñados para la exploración y extracción de petróleo y gas, permitirán aprovechar la tecnología con la que cuentan empresas especializadas para explorar y explotar yacimientos de gas y petróleo, con el propósito de aumentar la producción, modernizar la industria y el mayor riesgo, lo absorben las empresas privadas.
En esta vertiente, PEMEX podrá fungir como socio en la extracción de petróleo o sólo como contratante de un servicio a empresas privadas, compartiendo el porcentaje de la utilidad con los inversionistas.
Los beneficios de los contratos de utilidad compartida deben analizarse desde diferentes perspectivas:
Para México
1. Modernización de los procesos exploratorios y productivos de PEMEX.
2. Las empresas que obtengan dichos contratos, tomarían el riesgo de invertir recursos para exploración y explotación en aguas profundas.
3. Se abrirá la posibilidad de llegar a zonas que actualmente no han sido exploradas ni explotadas.
4. Se accederá a tecnología y recursos que impulsarán a la industria energética nacional.
5. México se consolidaría como uno de los principales países productores de recursos energéticos a nivel mundial.
6. La renta petrolera será más productiva y mejor aprovechada.
7. El primero en recibir los beneficios económicos, es el Estado.
8. Creación de más de un millón de empleos directos e indirectos.
Para PEMEX
1. Modernización de su régimen fiscal.
2. Flujo de recursos que solventaría el déficit financiero.
3. Reordenamiento administrativo y operativo de la empresa.
4. PEMEX seguirá siendo la propietaria de los recursos.
5. Reglas claras de operación para la exploración y extracción de recursos.
6. Cuando no se encuentra el crudo, las empresas privadas asumen el costo de la operación.
7. Una vez que se ha encontrado el petróleo, se dividen los costos de recuperación.
8. Una vez que el petróleo se extrae y se coloca en el mercado, las ganancias se reparten.
Para los inversionistas
1. Participan en la exploración, refinación, petroquímica básica, transporte y almacenamiento de hidrocarburos.
2. Colocación de capitales en un mercado ampliamente seguro, dinámico y próspero.
3. Dinamización de su desarrollo tecnológico
4. Reinversión de capitales estáticos o de renta fija.
5. Mayor especialización de sus recursos humanos.
6. Se impulsa la especialización de las empresas en las diferentes ramas de la industria.
7. Las ganancias de los inversionistas se verán multiplicadas.
8. Mano de obra especializada, con costos razonables.
Mediante este nuevo esquema de cooperación público privada, se asegura el despunte de una industria que se ha quedado rezagada por viejos paradigmas, siendo el costo para la nación enorme.
Bajo esta óptica, con PEMEX como asociado con empresas particulares, a través de los contratos de utilidad compartida, se permitirá que terceros inviertan en el sector, con tecnología de punta y explotar a mayor escala las grandes reservas con las que cuenta México.
Este modelo de inversión ya se aplica en los países petroleros y ha demostrado efectividad, porque puede adaptarse a las condiciones económicas y jurídicas de la industria de cada nación.
Alejandro Córdova Gutierrez/Analista
