Con la Reforma Migratoria se materializa uno de los anhelos más preciados para los mexicanos que radican ilegalmente en los Estados Unidos de Norteamérica. Las remesas que ellos envían a sus familiares en nuestro país, son del orden de veinte mil millones de dólares al año, que para muchas familias representan su único ingreso para subsistir.
La aprobación de la Reforma Migratoria por el Senado estadounidense, con 68 votos a favor y 32 en contra, es un parte aguas en su historia en materia de modificaciones a la legislación migratoria, pues simboliza el reconocimiento de Estados Unidos de Norteamérica como una nación de inmigrantes con los que existe además de un vínculo laboral, uno cultural y social.
Frente a este avance histórico, el Gobierno de México se congratuló y manifestó su apoyo a la decisión que significa una gran oportunidad de desarrollo para once millones de indocumentados que pudieran obtener su legalización.
Entre los beneficios que la iniciativa otorgará a los inmigrantes mexicanos destacan:
1. Posibilidad de obtener la residencia permanente y eventual ciudadanía estadounidense.
2. Mayor apoyo a menores de edad para obtener la ciudadanía.
3. Programas que permitan a los trabajadores pedir y
obtener trabajos de manera legal.
4. Mayores oportunidades de empleo.
5. Disminución de la separación familiar.
6. Un ambiente más favorable para el desarrollo de los mexicanos.
7. Mayor respeto a sus derechos.
8. Freno a las personas que cruzan a los mexicanos ilegalmente.
9. Descriminalización de los indocumentados.
10. Fortalecimiento de los vínculos entre ambas sociedades.
Dichos beneficios vuelven más aceptables las partes de la reforma en las que pudiera haber discordia, dado que ambas partes deben beneficiarse, y su reciente aprobación en el Senado estadounidense, es un gran avance en el tránsito a las políticas migratorias que apoyen a los indocumentados potenciando las mejoras en las condiciones de vida de millones de mexicanos que actualmente viven en ese país.
Sin duda, debe existir una visión compartida sobre el valor de los vínculos culturales entre ambas sociedades y de complementariedad económica en América del Norte para el desarrollo de una frontera más moderna, segura y eficiente, bajo el principio de responsabilidad compartida entre ambas naciones, impulsando la consolidación de más políticas públicas que generen competitividad, empleos y bienestar social para ambos.
Desde esta óptica, México ha mostrado su interlocución con los actores involucrados en el tema y buscará reforzar los esquemas de comunicación y de asistencia consular en apoyo de los mexicanos en el exterior.
De este modo, la iniciativa se presenta como una gran oportunidad para adaptar el sistema de inmigración de los Estados Unidos de Norteamérica a las condiciones imperantes en su realidad, con la posibilidad de conseguir una mayor estabilidad social y prosperidad económica.
Leticia Legorreta Longoria
Analista del ITAM
