Joseph Blatter y Michel Platini pasan por una etapa “negra” en sus carreras; ambos fueron suspendidos durante ochos años.
El Comité de Ética de la FIFA, máximo organismo del fútbol, les sanciona por cobros desleales y conflicto de intereses. Blatter dejará su lugar como presidente de la FIFA y Platini no podrá concurrir a las elecciones presidenciales del 26 de febrero.
Su delito es el pago de dos millones de francos suizos que Blatter hizo en febrero de 2011 a Platini, presidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA, por un supuesto trabajo para la FIFA desempeñado entre 1999 y 2002. Sancionados por ofrecer y recibir, respectivamente, regalos y prebendas, conflicto de interés y administración desleal, ambos dirigentes, que hasta hace nada formaban la cúpula dirigente del fútbol mundial, han evitado, al menos, el cargo de corrupción que habría supuesto una suspensión de por vida.
Según el comunicado de la cámara de decisión del Comité de Ética, presidida por el alemán Hans Joachim Eckert, ninguna de las pruebas presentadas fue suficiente para establecer que la transferencia de los 1,8 millones de euros fuera el fruto de un soborno o un chantaje entre Platini y Blatter.
La FIFA les ha impuesto también sendas multas, de 50,000 francos suizos a Blatter y de 80,000 francos suizos a Platini.
La inhabilitación de ambos dirigentes se produce contemporáneamente a la más grave crisis de corrupción dentro de la FIFA. Casi 30 dirigentes del máximo organismo del fútbol mundial y de las confederaciones de Norte y Centroamérica (Concacaf) y de Sudamérica (Conmebol) están acusados de corrupción por parte de la fiscalía general de Estados Unidos.