El gobierno de Dilma Rousseff deberá rechazar, por segunda vez, el pedido de asilo que negociaba Edward Snowden con las autoridades brasileñas.
El ex técnico de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) había dado a conocer una carta, que reprodujo ayer el diario Folha de Sao Paulo, donde el ex espía, que hoy vive en Rusia, menciona su disposición a colaborar con Brasil en la identificación de las acciones de rastreo de comunicaciones electrónicas y vía celular cometidas por la agencia norteamericana.
Pero Brasil prefirió desechar esa oferta por entender que su objetivo no es investigar a la NSA.
Según el diario Folha, el Palacio de Itamaraty confirmó que no pretende dar asilo a Snowden.
Un asesor de Dilma sostuvo que el gobierno brasileño no irá a entrar en “el juego del canje de información por asilo”.
En julio de este año, el Palacio del Planalto ya había negado una primera solicitud, que sobrevino luego que el ex técnico de la NSA revelara parte de la copiosa documentación sobre las actividades de espionaje de este organismo y cuando estaba en tránsito en el aeropuerto de Moscú.
