Para evitar volver a sus épocas de excesos, que la llevaron incluso a perder la tenencia de sus hijos y quedar a cargo de su padre, Britney Spears obliga a sus bailarines a mantenerse sobrios.
Según TMZ, por una de las cláusulas incluidas en el contrato que firman, deben estar “limpios” de drogas o alcohol a lo largo de toda la gira.
El acuerdo obliga a los bailarines a no beber ni consumir ninguna clase de estupefacientes durante los viajes que realizan junto a la princesa del pop. En caso contrario, pueden ser despedidos de inmediato.
Además, si alguno de ellos es descubierto en alguna actitud o comportamiento extraño, puede ser sometido a un test sorpresa y si en esas pruebas dan positivo, deben abandonar la gira rápidamente.
Fuente: Infobae