Enrique Peña Nieto tiene como meta en el primer año de su Administración reducir al menos 50 por ciento la tasa de homicidios y de secuestros en el País.
Así lo establece la llamada Estrategia Nacional para Reducir la Violencia, elaborada por el equipo de transición del presidente electo.
En el documento, titulado “Breve diagnóstico sobre la seguridad pública”, se fija como metas generales la instauración de una política nacional de prevención del delito, la modernización del sistema penitenciario, el fortalecimiento de la inteligencia contra el crimen y la cooperación internacional.
El nuevo Gobierno, que inicia el 1 de diciembre próximo, asegura que focalizará su estrategia en recuperar la paz y la libertad en las zonas y municipios con mayor violencia, en aquellas con menor presencia del Estado y en las cercanías a las rutas del narcotráfico.
Contempla además la creación de una Gendarmería Nacional, que será un cuerpo de seguridad de origen militar con mando civil.
“Se consensará una Estrategia Nacional para Reducir la Violencia con todos los actores y sectores de la sociedad en la que se fortalezca la prevención, se construya una policía profesional y cercana a la gente, se implemente el sistema penal acusatorio oral en todo el País y se fortalezca la cooperación internacional en esa materia.
“Así, la estrategia tendrá como objetivo principal mejorar la seguridad con énfasis en la disminución de la violencia”, señala el documento.
El objetivo de la estrategia, tomando como referencia estadísticas del 2011, contempla pasar de una tasa nacional de 24 a mínimo 12 homicidios por cada 100 mil habitantes, en el primer año de gobierno, y de 2 mil 337 a mil 668 secuestros en ese mismo periodo.
Respecto a la creación de la Gendarmería Nacional, que llevará a cabo tareas policiales contra el crimen organizado en los municipios con mayor debilidad institucional, se prevé transferir a la Policía Federal (PF) a 40 mil militares que actualmente están desplegados en el País combatiendo al crimen organizado, y así provechar la capacitación y experiencia operativa que han adquirido.
“Si se ha invertido en equipamiento y dignificación de instalaciones de seguridad pública, en armamento y patrullas, y no se ha reducido, por el contrario, se ha incrementado el índice delincuencial, es porque quizás hemos equivocado el camino”, destaca el documento.
Otros proyectos son duplicar el número de efectivos de élite en la PF, crear la Policía de Investigación Científica, edificar más Academias Regionales de Formación Policial, dotar a las carreteras federales de patrullas y equipos de vigilancia modernos, establecer líneas y sistemas estatales de auxilio y respuesta inmediata, entre otros.
Fuente: Reforma
