Los cachorros del león Cecil cazado en Zimbabwe permanecen vivos y en buen estado de salud pese a que la muerte de su padre representaba un peligro para su supervivencia.
De acuerdo a aiversos etólogos, la muerte de Cecil significaría que su hermano Jericho asumiría el control de la manada, para hacerlo, debía asesinar a los descendientes de Cecil (sí, el Rey León no miente).
Sin embargo, en una demostración más de que los homo sapiens no somos la especie más civilizada, Jericho no ha herido a los cachorros de su hermano que fueron captados descansando plácidamente.
Los tres leones viven junto a algunas d elas hembras que acompañaban a Cecil. Al parecer, Jericho ha mostrado mayor compasión y humanidad que aquellos quienes permitieron que Cecil fuera cazado.