En Egipto, un niño de tres años fue sentenciado a cadena perpetua por un asesinato cometido en 2014, cuando apenas contaba con un año y medio de edad.
Ahmed Mansour Qorany Sharara fue declarado, junto a 115 personas más, culpable de matar a tres individuos y alterar el orden público durante una protesta que se realizó en enero de 2014, en contra del presidente Mohamed Morsy.
En el momento que la policía fue a casa de Ahmed para detenerlo, se dieron cuenta de que apenas era un niño de dieciséis meses, por lo que detuvieron a su padre Mansour Qorany Sharara, que estuvo tras las rejas durante ciento veinte días.
El padre de Ahmed fue liberado cuando un juez se dio cuenta de que todo se trataba de un error de identidad.
A la persona que realmente buscaban era un joven de 16 años que se encuentra prófugo desde hace unos meses, y que tiene un nombre muy similar al del pequeño.
Autoridades egipcias notificaron a los familiares que la sentencia en contra del niño sigue vigente, pero sería corregida en cuanto el juez lo ordene.