El ex presidente de México, Felipe Calderón, piensa que la decisión de Cuba de negarle la entrada a la isla fue una decisión “triste, indignante y tonta”.
“Es muy triste, también muy indignante y también muy tonto, y creo que habla muy mal de Cuba. Toda esa expectativa de que las cosas cambiarían, de que a la muerte de Fidel (Castro) las cosas serían distintas, de que esta nueva relación con Estados Unidos abría muchas puertas, se hace añicos”, declaró a la agencia EFE.
Calderón Hinojosa explicó que antes de viajar advirtió a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de sus intenciones “porque no quería simplemente llegar como si fuera un turista”.
El ex mandatario quería acudir a La Habana al acto de homenaje del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá.
Asimismo, Calderón prefirió no intentar subir al avión poniéndose “necio” porque “iba a generar un conflicto diplomático entre México y Cuba”.
“Me parece que ante actitudes tan despóticas y conductas tan ridículamente primitivas, no lo merece”, argumentó.