Desde anoche o esta madrugada, como cada otoño por estas fechas, atrasamos nuestros relojes una hora. ¿Te has preguntado si esto afecta a tu organismo o tus hábitos de sueño? Nosotros también.
Y para salir de la duda le preguntamos a Xurxo Mariño, neurocientífico de la Universidad de A Coruña y pionero del Discurshow, una novedosa y divertida fórmula para la divulgación científica.
-¿Cómo se organiza nuestro organismo ante los cambios horarios?
“Nuestro organismo está organizado entre otras cosas por un ritmo circadiano de 24 horas, que se reajusta todos los días a partir de la información que proviene de la retina. El cambio de luminosidad del verano al invierno ya produce una modificación natural en nuestra fisiología. Ese ritmo circadiano a su vez modula otros ritmos ultradianos, como la actividad de algunas neuronas del encéfalo o la secreción rítmica de determinadas hormonas”.
-¿En qué afecta el cambio horario a nuestro cuerpo?
“Si se produce un cambio horario brusco puede alterarse la liberación de algunas hormonas, con efectos sobre el metabolismo de todo tipo, que pueden tardar varios días en estabilizarse. El ejemplo más claro es el que ocurre cuando se produce un viaje largo que abarque varios husos horarios, originando el conocido “jetlag”. En el caso del cambio horario que hacemos cada año, sólo se produce un desajuste de una hora, por lo que la influencia sobre la dinámica del metabolismo es mínima. En cualquier caso, como con todo, hay personas más susceptibles de sufrir algún efecto que otras”.
-Estos cambios ocasionados en nuestro organismo, ¿son relevantes o preocupantes?
“Yo no creo que sea preocupante; más preocupante me parece quedarse algunas noches sin dormir para ver cualquier tontería en la TV”.
Así que ya lo sabes, mejor disfruta de la hora “de más” que tienes este día para hacer lo que más te gusta.
Fuente: Quo
