Este resultado fue un castigo por dejar el cargo o por tener un mal desempeño como jefes delegacionales o como diputados, locales o federales.
Khemvirg Puente, especialista en transparencia, consideró que la ciudadanía sí estuvo al pendiente de las autoridades y lo manifestaron negándoles el voto.
“Esto sin duda es castigo al mal desempeño en el ejercicio de Gobierno de quien han sido delegados y que no pudieron refrendar el apoyo como candidatos a diputados
“(Demuestra) que el uso de recursos con fines electorales no siempre rinde frutos y que, incluso, puede resultar contraproducente en el caso de quienes eran jefes delegacionales y postularon para diputados locales o federales”, opinó Puente.
Fuente: Reforma