Este lunes el diario Excélsior publica una investigación sobre Carlos Adolfo Altamirano y Piolle gerente de instalaciones fijas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, quien dictaminó la Línea 12 del Metro.
El gerente de instalaciones fijas del STC Metro evaluó la propuesta de la Línea Dorada y después formó parte del consorcio certificador.
“Documentos en poder de Excélsior revelan que Altamirano, como parte del gobierno de Marcelo Ebrard, participó en la evaluación de la tecnología del material rodante para operar la Línea Dorada, y después se integró al Consorcio Certificador y la consultora ILF, que verificaron la operación de los trenes”.
Posteriormente una vez realizada la obra civil y su equipamiento, Altamirano y Piolle formó parte de diversas mesas de trabajo, evaluación e incluso entrega-recepción de diferentes fases del proyecto, pero esto lo hizo ya como representante del Consorcio Certificador y de ILF, empresa internacional de consultoría con presencia en México.
Lo anterior podría representar un conflicto de intereses al supervisar como certificador particular trabajos que como funcionario estableció, ambos casos documentados a través de minutas, listas de asistencia y el Dictamen Técnico, de los cuales Excélsior posee copias.
Según la investigación publicada se inflaron sobreprecio en renta de 30 trenes, desde agosto de 2012 se pagan a un tipo de cambio mayor al récord fijado desde 2009.
El tipo de cambio al que el gobierno capitalino paga cada mes por el uso y mantenimiento de los trenes que fabricó CAF para la Línea 12 no cuadra con la versión que ofreció la administración de Marcelo Ebrard a la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que da seguimiento a los recursos federales destinados a esta obra.
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