Cárteles, ahora van tras los niños para asustar a sus enemigos

En la brutal guerra contra las drogas, cada vez más niños son víctimas inocentes, atrapados en el fuego cruzado, asesinados junto con sus padres – e intencionalmente.

De acuerdo con expertos, tanto de Estados Unidos como México, grupos criminales rivales están matando niños para aterrorizar a la población, o para probar a sus rivales que su salvajismo no tiene límites, mientras pelean por los mercados locales de droga y las rutas de tráfico hacia los voraces consumidores en EEUU.

“Están usando a los niños para enviar un mensaje”, dice Juan Martín Pérez, director de la Red de Derechos de los Niños. “Las decapitaciones y los cuerpos colgados de puentes mandan un mensaje. Matar niños es una extensión de ésta tendencia”.

Esta organización estima que 994 menores de 18 años han muerto víctimas de la violencia, según el conteo de los medios, el cual está incompleto debido a que los periódicos a veces se sienten intimidados de reportar crímenes relacionados con los cárteles.

Los asesinos sensacionalistas de menores – disparos en el coche, muertos mientras sus abuelas los cargan – han impresionado a los mexicanos, quienes solían creer que la familia era sagrada, incluso para las organizaciones criminales.

“Antes, iban por su enemigo. Ahora, van tras cualquier miembro de su familia, indiscriminadamente, dice Martín García Aviles, diputado por el PRD del estado de Michoacán.

Historiadores coinciden en que, hasta hace poco, los niños estaban considerados como “prohibidos” en el código de los capos, quienes hubo un tiempo que se consideraban como Robin Hood: le vendían drogas a los gringos y daban limosnas a los pobres.

“Las reglas ya no aplican – o más bien, ya no hay reglas”, dice Bruce Bagley, experto en tráfico de drogas de la Universidad de Miami.

“Puede sonar contradictorio, pero el desafortunado nivel de violencia es un signo de éxito en la pelea contra las drogas. Los cárteles son como animales enjaulados, atacándose entre ellos”. Michael Leonhart, de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA)

Este mes, el poeta Javier Sicilia organizó un mitín en la plaza de Cuernavaca y se dirigió directamente a los capos: “Regresen a sus códigos, en los que no se toca a los civiles, los civiles son sagrados, los niños son sagrados”. El hijo de Sicilia de 24 años fue encontrado muerto a finales de marzo, junto con otros cuatro (sic) jóvenes, y anexado un mensaje firmado por el Cártel del Golfo: “Esto les pasa por hacer llamadas anónimas a los militares”.

En ciudades como San Luis Potosí, la violencia entre los cárteles de ‘La Familia’ y ‘Los Zetas’ ha enturbiado las calles que alguna vez fueron tranquilas. La gente familiarizada con el reciente asesinato de una niña, cuentan que los asesinos buscaban a un rival. No lo encontraron – pero encontraron a su familia.

“Qué maldad, matar a una niña pequeña”, dice un vecino. Mueve la cabeza un lado a otro. “Es increíble”.

Fuente: Washington Post