Será hasta dentro de dos o tres semanas cuando el número de contagios se eleve de forma exponencial.
El doctor Gustavo Cruz, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, afirma que “la propagación de la enfermedad es algo inevitable, el brote infeccioso se daría entre el 20 y el 30 de marzo”.
Con base a un modelo matemático diseñado por el doctor Cruz, se proyecta que la detonación del virus en México crecerá exponencialmente.
El mismo modelo matemático pudo determinar la velocidad de los contagios, cuando detonó la crisis de la influenza tipo A (H1N1) en la Ciudad de México en 2009.
“La base de este trabajo es un modelo clásico de 1927 ideado por los médicos escoceses W. O. Kermack y A. G. McKendrick, el cual emplea un sistema de ecuaciones diferenciales a fin de detallar cómo surge un brote infeccioso, su crecimiento, en qué momento alcanza su máximo y cómo después decae, todo ello a partir de dos parámetros: uno biológico y otro social”, dijo Cruz.
“La estrategia del gobierno chino de poner en cuarentena a todos los ciudadanos de Wuhan es una de las más efectivas para contener la dispersión del virus, como demuestran los modelos matemáticos usados en 2009, cuando se decidió cerrar la Ciudad de México y se aplicó un esquema similar”, agregó.