Deportes que activan tu líbido y mejoran el rendimiento sexual

Una vida sexual saludable depende directa o indirectamente de un buen estado de ánimo, de una presión sanguínea dentro de los parámetros normales, de que los valores metabólicos estén en rango y de que las arterias estén permeables.

“Cualquier deporte que active la frecuencia cardíaca mejora notablemente nuestro rendimiento en todo aspecto”, explica el Daniel Tangona, diplomado en management deportivo y entrenador personal certificado.

Por otra parte el sexólogo Walter Ghedin dice que “la actividad física hace bien al cuerpo y a las emociones, y el sexo combina ambos aspectos”.

¿Cuáles son los ejercicios o rutinas que pueden ayudar a mejorar el rendimiento sexual?

Básquet y voley

En un artículo publicado en el The Journal of Sexual Medicine se comparó a 25 jugadoras de básquet y voley, de entre 20 y 45 años sexualmente activas, con otras mujeres de la misma edad. Se pudo demostrar que la práctica regular de estos deportes contribuye a elevar el flujo sanguíneo en el clítoris, lo que potencia la función sexual femenina.

Correr

Un estudio realizado en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, demostró que hacer 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico, como correr o caminar rápido, disminuye en un 50% el riesgo de que los hombres sufran disfunción eréctil.

Nadar

En otro estudio de Harvard, realizado entre 160 hombres y mujeres que practicaban natación, los mayores de 60 años reportaron tener vidas sexuales comparables a cuando estaban en sus cuarentas. Los expertos señalan que nadar por lo menos 30 minutos tres veces a la semana aumenta la resistencia sexual de las personas.

Baile y spinning

El trabajo aeróbico incrementa los niveles de dopamina, que eleva el deseo sexual.

 

Pilates

Las mujeres que practican Pilates habitualmente en solo doce semanas mejoran sus funciones sexuales en todos los sentidos: deseo, excitación, lubricación, orgasmo y satisfacción.

Gym, ejercicios para tono muscular

Los ejercicios que incrementan y tonifican la masa muscular, y además dan forma al cuerpo (de acuerdo a patrones de estética clásicos), potencian la estima y actúan como refuerzos al yo.