Ayer lunes dio inicio el proceso contra Francisco Javier “N”; será en tres meses cuando el juez definirá si es culpable del asesinato.
La ruta de los celulares de Leonardo Avendaño y del sacerdote Francisco “N” fueron ubicados la noche del 11 de junio en la parroquia de Cristo Salvador, donde vivía el párroco.
Más tarde, la señal de ambos dispositivos estuvo referida en el paraje en el que fue encontrado el cuerpo del joven asesinado.
A las 6:32 horas del día siguiente Francisco Javier “N” hizo una llamada, que se registró nuevamente desde su domicilio en colonia Miguel Hidalgo III Sección, en Tlalpan.
Testimonio de la secretaria
En defensa del sacerdote, su secretaria Irma Corina declaró: “No supe si el padre pudo recuperar su teléfono celular después de que lo había dejado en la camioneta de Leo, pero había comprado otro teléfono el miércoles 12 de junio; no era la misma línea telefónica.
Y ese día me pidió que mandara un mensaje al hermano de Leonardo, Josué, para decirle que el joven no había llegado a la parroquia”.
Francisco Javier “N” cuenta con un equipo de defensa integrado por diez abogados de dos despachos.
El resultado de la necropsia arrojó que Leonardo habría muerto entre las 02:40 y 05:40 horas del 12 de junio, por lo que no está definido si fue asesinado en el paraje o antes, posiblemente en la parroquia.
