De acuerdo con la UNESCO se calcula que alrededor de 1.200 millones de personas viven en zonas donde el agua escasea físicamente. Lo más preocupante es que de continuar el cambio climático con este porcentaje de crecimiento, se estima que en el 2030 tendremos un déficit mundial del 40% de agua.
Por ello el diseñador chileno Tomás Garay Ávila ideó un dispositivo que es capaz de aprovechar la humedad para convertirla en agua, lo cual ayudaría a dar batalla ante la crítica situación que se espera con los problemas de sequía y la desertificación que, sobre todo, mantiene muy alertado al norte de Chile.
La estructura que diseñó el chileno se encarga de capturar el vapor de agua y las gotas microscópicas de la neblina, para después trasformarla en agua que es completamente funcional y utilizable para la población.
Algunas de las mayores ventajas que este invento trae consigo es que Garay se encargó de diseñar esta estructura con un material resistente y económico, que permitirá expandir las soluciones para satisfacer las necesidades de los chilenos y del resto del mundo, ya que de un solo dispositivo se podría llegar a obtener hasta 200 litros de agua por día.