China es un país con muchos problemas ambientales y quiere cambiar las toneladas de dióxido de carbono con una inusual planta fotovoltaica.
Se trata de una planta de 100 hectáreas en forma de oso panda, se encuentra en la localidad de Datong, Shaxi. Genera 50 megavatios y ya ha comenzado a suministrar electricidad a una red en esa localidad del noroeste de China
Se espera que en 25 años se produzcan 3.2 millones de kilovatios de energía solar y así reducir las 2.74 millones de toneladas de dióxido de carbono.
El Este proyecto está a cargo de la empresa de energías renovables China Merchants New Energy Group y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), implica un segunda planta y en los próximos cinco años se esperan construir más centrales solares. Por supuesto, con forma de panda.