El sábado pasado un terremoto de magnitud 7.8 grados azoto Nepal. Se registran más de 4 mil muertos y 6 mil heridos. Hay víctimas en Bangladesh, India, Tíbet y el monte Everest.
Desde hace 80 años no temblaba de esa manera en la región; concretamente desde 1934, cuando un sismo arrasó una cuarta parte de la capital, Katmandú, y mató a 17 mil personas.
Investigadores hace escasas semanas, mientras realizaban trabajo de campo en la región, pudieron realizar una premonición: Un sismo de grandes dimensiones sucedería en la región.
Un equipo de científicos liderado por Laurent Bollinger, de la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica de Francia, anticipó que ocurriría un gran terremoto en la ubicación exacta en la que tuvo lugar el del sábado.
En plena selva, el equipo cavó trincheras a lo largo de la principal falla sísmica de Nepal, una hendidura de 1.000 kilómetros que recorre el país de oeste a este, justo en el punto en el que ésta se encuentra con la superficie.
Y después enterraron en las fosas fragmentos de carbón para poder determinar cuánto y cuándo se movió la falla. Los investigadores pudieron determinar que el segmento de la falla que analizaron no se había movido en mucho tiempo.
“Demostramos que no fue la responsable de los grandes terremotos de 1505 y 1833 y que la última vez que se movió fue probablemente en 1344”, explica Bollinger, quien presentó los hallazgos a la Sociedad Geológica de Nepal hace dos semanas.
Previamente el equipo de expertos había trabajado sobre otra parte de la falla, situada al este de Katmandú, y había descubierto que ésta tembló de forma notable en 1255 y más recientemente en 1934.
Así que cuando Bollinger y sus colegas vieron que con los años los temblores se repetían en los segmentos de la falla y que podía existir un patrón, se preocuparon.
“Vimos que Katmandú y Pokhara podrían estar expuestos a unos grandes temblores en la falla principal, en el punto en el que ocurrió el sismo de 1344”, explica Paul Tapponier, del Observatorio de la Tierra de Singapur, quien trabajó con Bollinger.
La tensión acumulada en la parte occidental de la falla tras el sismo de 1934 se liberó finalmente 81 años después, este sábado.
Y preocupado, el equipo de científicos advierte que podría haber más.
“Los primeros cálculos sugieren que el terremoto de magnitud 7.8 del sábado probablemente no fue lo suficientemente grande como para quebrar la tierra hasta la superficie. Así que es probable que se esté acumulando más tensión y veamos más temblores de este tipo al oeste y el sur de esta falla en las próximas décadas”, dice Bollinger.