De traje verde olivo, cruzado con una cinta de la bandera de Venezuela, con el collar de Bolívar y su emblemática boina roja, Hugo Chávez, quien murió el 5 de marzo de cáncer, permanece en el ataúd de madera en el salón de honor, expuesto a través del cristal hasta la mitad del cuerpo.
Cientos de miles de venezolanos desfilaron durante nueve días, sin parar, ante el féretro de Chávez.
Los restos permanecerán hasta la madrugada de este jueves en capilla ardiente y el viernes serán llevados en cortejo fúnebre, masivo y por las grandes avenidas de Caracas, al Museo de la Revolución, antiguo cuartel desde donde lanzó el 4 de febrero de 1992 el fallido golpe de Estado que siete años después lo catapultó al poder.
En el Cuartel de la Montaña, ubicado en el barrio 23 de enero, bastión del chavismo, permanecerán el féretro mientras las autoridades deciden si es llevado al Panteón Nacional, donde está el sarcófago con los restos de libertador Simón Bolívar.
Más de 30 jefes de Estado y de Gobierno le rindieron honores en el funeral de Estado el pasado viernes, y Maduro juró allí simbólicamente su cargo y encabezó consejos de ministros.