Jeff Allen, de 56 años, busca impedir el cruce ilegal de migrantes en la franja fronteriza de Estados Unidos y México, donde convergen Texas y Nuevo México con el norteño estado mexicano de Chihuahua.
Relató a medios locales que hace 6 años adquirió la propiedad, en el lado estadounidense, que colindaba con la frontera de ambos países. “El terreno carecía de alguna construcción que delimitara el espacio”.
“Esto no es Europa, esto es Estados Unidos, nosotros protegemos nuestras fronteras. Este (muro) es el primero privado”, dijo.
Allen inició la construcción un muro por su cuenta, financiado con donaciones de simpatizantes del presidente Donald Trump, junto con la agrupación de veteranos de guerra United Constitutional Patriots.
Está por terminar su muro de barrotes de acero con una extensión de 800 metros.
Curiosamente Allen, originario de Cincinnati, Ohio, se casó con una mexicana en Ciudad Juárez, en 2006, donde vivió tres años y medio, hasta que en 2009 la creciente violencia vinculada al narcotráfico lo hizo regresar a Estados Unidos.