Puede parecer un héroe ambiental poco probable e inaudito. Pero el escarabajo pelotero, con su hábito sórdido de comer caca de vaca, podría ser un arma en la batalla contra el calentamiento global.
Los 1.3 millones de vacas grandes rumiantes , lácteos y ganado vacuno , búfalos , ovejas , cabras , que eructe , pedo , caca y en todo el mundo emiten más gases de efecto invernadero que lo que hace la industria del transporte , según la ONU.
Estos animales son responsables de aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de metano, un gas que constituye la mitad de la contribución de la agricultura y es incluso más potente que el CO2 tan vilipendiado hasta ahora.
El buen trabajo que realizan los escarabajos se debe básicamente a la manera en la que cavan alrededor de la caca. El metano nace bajo condiciones anaeróbicas o libres de oxígeno. Así, a través del estiércol, se airean cambiando las condiciones y produciendo menos gas metano que se libera a la atmósfera.
Es importante destacar que, el estudio también mostró que la presencia de los escarabajos en aumentaban la liberación de otro gas de efecto invernadero, el óxido nitroso. Más estudios ayudarán a aclarar si esto anula los esfuerzos del metano.
“En términos del efecto neto sobre el calentamiento global, yo diría que el jurado aún está deliberando “, dijo el co – autor del estudio, Tomas Roslin. “Gran parte de las emisiones de metano del ganado se escapa de la parte delantera y trasera del animal; menos cantidad viene del estiércol.
Lamentablemente, al igual que muchos animales en estos días, cada vez quedan menos escarabajos peloteros. Roslin dijo que en Finlandia, por ejemplo, más de la mitad de las especies de escarabajos coprófagos se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
Las razones son la falta de diversidad en tanto estiércol y pasto y la reducción de la calidad del estiércol – que en la actualidad contiene más sustancias químicas , como los medicamentos antiparasitarios dados a los animales de granja .
Eso es preocupante, en parte porque a medida que la industria agrícola ha sufrido debido a las sequías, la demanda mundial de carne no para de crecer.
Fuente: National Geographic
