¿Cómo funcionan las feromonas en tu vida sexual?

Las feromonas son sustancias químicas que actúan como señales. Al igual que los demás seres vivos, el ser humano segrega feromonas que son producidas de manera natural para comunicar ya sea su estado de ánimo y salud o para indicar su disponibilidad o compatibilidad sexual.

Los seres humanos, al igual que los animales, secretamos sustancias de atracción, que se producen primordialmente durante nuestra vida fértil. Estas sustancias se llaman feromonas, cuya etimología viene del griego, pheran (transferir) y hormon (excitar).

Las feromonas actúan como mensajeras que despiertan la excitación y si bien son inoloras, se perciben a través del epitelio olfatorio y el órgano vomeronasal, los cuales se conectan con el hipotálamo, que es la parte del cerebro que controla las funciones reproductivas y el deseo sexual.

La investigadora estadounidense, Dra. Winnifred Cutler, descubrió y estudió las feromonas humanas en 1986 y se dio cuenta que éstas influyen de manera notable en el poder de atracción de una persona y en las relaciones entre hombres y mujeres.

Las feromonas al combinarse con otras sustancias excretadas por el cuerpo, conforman lo que conocemos como olor personal y se producen principalmente en las glándulas urinarias, senos, boca y axilas.

Estas sustancias disminuyen de forma importante con la baja hormonal, por lo que muchas mujeres pierden su atractivo llegada la menopausia, así como los hombres en la andropausia, y es notorio en el cambio de olor que se tiene con el paso de los años.

Las feromonas como un atrayente sexual fueron identificadas desde 1956, cuando los científicos extrajeron un compuesto a partir de ciertas glándulas en el abdomen de la polilla del gusano de seda. Encontraron que esta feromonas, a la que llamaron bombykol, causaba un efecto asombroso en las polillas del gusano de seda masculino, que al exponerse a sus efectos, entraba de inmediato en una frenética “danza”. Los científicos se dieron cuenta que habían encontrado un elemento vital en el proceso de atracción sexual para estas polillas.