Cómo la tecnología puede salvar el agua

Con la población mundial superando los siete mil millones y la demanda de agua en niveles sin precedentes, las nuevas tecnologías están ayudando a hacer un uso más inteligente de este bien esencial para la vida.

De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se proyecta que la demanda mundial de agua aumentará en un 55% entre 2000 y 2050. Para entonces, calcula el Environmental Outlook 2050, más del 40% de la población mundial puede estar en condiciones de escasez.

Dicho de una forma cruda: cuando no hay suficiente agua para todos, el hambre, la guerra y la muerte no andan lejos. Aún así, según el Banco Mundial, perdemos unos 50 mil millones de metros cúbicos de agua al año por fugas y explosiones.

Esto es algo que la organización TaKaDu, con sede en Yehud, Israel, está abordando por medio de un software de análisis de datos instalado en la nube.

Procesa los datos proporcionados por los sensores y medidores repartidos por la red de suministro de agua de la compañía y los combina con información, como patrones de consumo de agua para uso doméstico e industrial y el clima. Todo esto para construir una imagen sofisticada de cómo se está comportando la red de agua.

“Convertimos los datos en bruto en conocimiento”, dice Moshe Tamir, de TaKaDu.

“Construimos un algoritmo muy inteligente que puede detectar anomalías en el comportamiento de la red, desde una pequeña fuga a una explosión de agua, permitiendo a los servicios de agua planificar y reaccionar mucho más rápido que antes. Y cuando se guarda agua, se ahorra energía”.

Tamir dice que un cliente portugués se ahorró más de un millón de dólares en 2012 después de que el software de TaKaDu le ayudó a reducir la pérdida de agua por fugas (un índice conocido con las siglas NRW) desde 25,2% a 17,2% en un año.

Incluso una red de agua muy eficiente experimenta un 10% de NRW, dice Tamir. Y las redes ineficientes con muchas fugas o mala supervisión pueden ver este índice elevarse hasta un 50%.

“Nuestros programas de software pueden decir dónde concentrar los esfuerzos, e incluso identificar qué medidores son menos fiables que los demás”, dice.

 

Fuente: BBC Mundo