Comparecencia de Clinton entre gritos, ajos y cebollas…

La comparecencia de Hillary Clinton en el Congreso se convirtió en un duelo de gritos y acusaciones mutuas entre republicanos y demócratas por la investigación sobre el ataque al consulado estadunidense en Bengasi, Libia, en 2012.

Los gritos surgieron luego de que legisladores republicanos del Comité sugirieron que Clinton dependía del ex asesor presidencial Sidney Blumenthal para su información de inteligencia, que no prestó atención a los ataques diplomáticos previos y que incluso desconocía la existencia de una misión estadunidense en Libia.

Los cuestionamientos de los republicanos a Clinton provocaron que el demócrata de más alto rango, Elija Cummings, saliera en su defensa. Acusó al presidente del Comité, el republicano Trey Gowdy, de hacer declaraciones inexactas y pidió hacer públicos todos los testimonios.

“¿Por qué no ponemos la transcripción entera (sobre Blumenthal) para que la vea el mundo? ¿Qué tienen que ocultar?”, señaló Cummings levantando la voz en el hasta entonces apacible Salón Longworth de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Los republicanos emitieron un citatorio para conocer el testimonio de Blumenthal y ser interrogado, entre otras cosas, sobre su papel en la Fundación Clinton.

En la parte más álgida de la audiencia, Cummings dijo haber sido informado por el asesor parlamentario que los demócratas tenían derecho a votar por la divulgación completa del testimonio de Blumenthal.

Al inicio de la audiencia, Clinton pidió priorizar un enfoque de seguridad nacional y no político o ideológico en la investigación.

La aspirante presidencial demócrata lamentó que el Congreso no haya aprobado los fondos para un centro de entrenamiento de diplomáticos a fin de estar mejor preparados para servir en lugares peligrosos como Libia.

“Necesitamos un liderazgo que ponga como prioridad la seguridad nacional por encima de la política o la ideología”, dijo en su testimonio, en momentos que los demócratas del Comité han acusado al presidente del panel, el republicano Trey Gowdy.

Se trata de la octava investigación relacionada con el ataque ocurrido el 12 de septiembre del 2012, que costó la vida de Stevens, la primera muerte de un embajador en funciones desde 1979, así como de otros tres estadunidenses.