Comprueban que la excitación calienta el cuerpo

Ponerse caliente no es solo una expresión. La excitación supone un aumento de la temperatura en la zona pectoral y en la genital,  porque se produce una mayor irrigación de las regiones que deben tomar parte en el acto sexual.

Por medio de la termografía un grupo de científicos comprobó que la reacción es similar en hombres y mujeres y tarda el mismo tiempo en alcanzarse, “aunque subjetivamente las mujeres indiquen no estarlo o estarlo menos”.

En otros campos, en particular en los sentimientos, por medio de la misma técnica se ha visto que, “por ejemplo, las personas con una empatía muy alta, si ven a alguien sufrir mediante descargas eléctricas en el antebrazo, se contagian y la temperatura de su antebrazo aumenta”.

También se han comprobado las zonas que se calientan con distintos tipos de baile, llegándose a crear lo que han denominado la huella térmica del ballet o el flamenco, ya que cada tipo de danza afecta más a unas zonas del cuerpo o a otras.