Confirman dos tipos de orgasmo que puede sentir una mujer

Para hablar de los orgasmos de la mujer, es indispensable primero sentirlos, comprenderlos y aceptarlos; de lo contrario, sólo se reduciría a simples palabras unidas por la lógica científica o frases vagas sensacionalistas. Y a pesar de ser una fuerza misteriosa que llega a sanar heridas profundas, el orgasmo femenino ha sido incomprendido, golpeado, insultado y temido; sin embargo, ha llegado a persistir sin entregar su misterio.

Literatos, filósofos, científicos y aduladores han tratado de definir al orgasmo femenino. Hay ocasiones en que se utiliza el bello arte de la prosa, como el video que te compartimos; en otras, sólo son respuestas breves, del tamaño de un tuit, para explicar, a partir de estudios e investigaciones, cuáles son las implicaciones de este fenómeno.

Algunos científicos han distinguido diferentes tipos de orgasmos: el vaginal, el del clítoris, el del punto G, el uterino. Y entre ellos, la sensación que han sentido son, de alguna manera, diferente uno del otro. Otros investigadores han declarado que el clítoris es sólo una extensión de la vagina, por lo que el orgasmo es un orgasmo, con sus propiedades y beneficios: sin ser superior o inferior a cualquier otro. Mientras que ciertos estudios aceptan los pocos conocimientos en que una mujer experimenta (cualitativamente) los diferentes tipos de orgasmos; aunque intuyen que la influencia de la estimulación en diferentes partes corporales. Sin embargo, pocos experimentos han demostrado la relación entre diferencia en la respuesta psicológica y los diversos tipos de orgasmos.

Por el momento, investigadores evolucionistas explican sólo existen dos tipos de orgasmos predominantes en las sensaciones: el vaginal y el del clítoris. Con un total de 265 mujeres encuestadas por Internet, este estudio explica que estos dos orgasmos se distinguen entre “profundo” (vaginal) y “superficial” (genital); los cuales tienen el objetivo de adaptación evolucionista. El orgasmo “profundo” está asociado con experimentaciones internas de “succión” para obtener una penetración e introducción de los espermatozoides, firmes. Dentro del paradigma evolucionista, este fenómeno se produce de acuerdo a la selección de pareja con el fin de procrear “la crème de la crème”.