Hyperflesh es una empresa especializada en disfraces y réplicas faciales para los amantes de Halloween. Fue fundada por Landon Meier en un taller a las afueras de Denver.
La marca estadounidense se dio a conocer internacionalmente gracias a un video de Youtube, que en menos de 48 horas registró más de 60 millones de reproducciones.
En el clip se puede observar el performance de Vladímir Putin (Meier con una máscara de silicona), Donald Trump y Kim Jong (mismo material en las cabezas de dos jóvenes que guardaron el anonimato) todos agarrados del brazo y bailando alegremente Uptown funk de Bruno Mars, en la Monsterpalooza (convención mundial de maquillaje y efectos especiales en Los Ángeles).
“Estoy abrumado con la respuesta de la gente. Me enorgullece que se valore mi trabajo, pero hay una parte de mí que tiene miedo”, dijo Meier al periódico español El Mundo.
Landon asegura que su interés por las máscaras surgió desde la infancia con “la imagen terrorífica de un adulto con cabeza de bebé”, pero él ha creado su propia técnica de fabricación.
“En los últimos años he ido evolucionando del látex a la silicona y de las esculturas de arcilla a la impresión en 3D hasta conseguir mi propia técnica de fabricación”, explicó el artista de 42 años.
Para la creación de cualquier máscara, el escultor estadounidense diseña primero los moldes con un sofisticado programa en un ordenador, imprime después cada rostro en silicona pigmentada.
Meier asegura que antes de imprimir cada máscara, estudia a conciencia cada perfil del personaje.
“Primero consulto en internet las fotos más representativas de cada uno. Trato de encontrar algún rasgo especialmente característico que delate aspectos relevantes de su personalidad, y a partir de ahí empiezo a desarrollar el diseño”, comentó.
El precio de las máscaras Hyperflesh oscilan entre los 500 y los cinco mil dólares, dependiendo de los materiales empleados y de la cantidad de pelo invertido.
